El último informe del Banco Central revela que la demanda de dólares se disparó tras la flexibilización parcial del cepo cambiario iniciada en abril. El monto acumulado de compras brutas desde entonces alcanzó u$22.301 millones, concentrado principalmente en la Formación de Activos Externos (FAE), el denominado «dólar ahorro», y en personas humanas.

Las compras netas de billetes y divisas sin fines específicos sumaron alrededor de u$19.600 millones, consolidando un proceso sostenido de dolarización minorista. En octubre, mes atravesado por las elecciones legislativas, las adquisiciones privadas totalizaron u$4.669 millones, con 1,6 millones de personas comprando moneda extranjera. Aunque significativo, ese volumen quedó por debajo del récord de septiembre, cuando 1,8 millones de individuos adquirieron u$5.080 millones, el mayor nivel desde 2018.

La dinámica mensual muestra un avance persistente desde abril, con picos en septiembre y julio (u$3.408 millones). Desde la salida del cepo, las ventas de billetes en bancos sumaron u$2.792 millones; en octubre hubo 784.000 vendedores por u$473 millones. Si se incorporan las operaciones del sector empresario, la demanda total de divisas superó los u$29.000 millones en los primeros meses de 2025.

El BCRA destacó que buena parte de los billetes comprados quedan depositados en cuentas locales o se utilizan luego para consumos con tarjetas en moneda extranjera. Esa dolarización de individuos se transformó en el factor dominante dentro del resultado cambiario del sector privado no financiero, que cerró octubre con un déficit de u$2.058 millones, incluyendo egresos netos por transferencias de divisas sin fines específicos por u$1.377 millones.

En términos de cuentas externas, la cuenta corriente registró un déficit de u$2.599 millones en octubre. Las importaciones ascendieron a u$6.067 millones y superaron a las exportaciones, que sumaron u$5.389 millones, dejando un saldo negativo de u$677 millones en el rubro Bienes. En paralelo, el segmento «inversores institucionales y otros» presentó ingresos netos por u$1.909 millones, mientras que el complejo oleaginosas y cereales aportó u$316 millones derivados de la actividad exportadora.

En síntesis, la flexibilización del cepo reactivó la demanda de divisas privadas, con el «dólar ahorro» y las compras por parte de individuos como motor principal. El fenómeno plantea presiones sobre el mercado cambiario y las reservas, mientras el país registra déficits en la cuenta corriente y continúa la variabilidad en la demanda minorista de moneda extranjera.